sábado, 11 de mayo de 2013

Video Tigres de la U.A.N.L 1 - 1 Monterrey



Monterrey se puso en semifinales al empatar 1-1 ante los Tigres en el estadio Universitario con un autogol de Jiménez y tras esto, su siguiente rival será el América, que por su lado dio cuenta de los Pumas al son de 2-1.

Así que los Rayados, que habían entrado de "panzazo" a la liguilla, tras que Querétaro, al que tenía encima en la tabla, descendiera, eliminó en estas instancias del Clausura 2013 al superlíder de la contienda en su propio campo, con lo que la hegemonía de los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich en el "clásico regio", continúa.

Monterrey, que había ganado en la "ida" de cuartos de final por marcador de 1-0, en su parcela del Tecnológico, obligaba a Tigres a hacer lo propio en su campo; sin embargo, a la escuadra universitaria se le complicó meter uno, aunque chances tuvo, y cuando lo hizo su contrincante emparejó las acciones con un gol de Jiménez en su propia portería.

EL PARTIDO
Sin el portero Orozco y con cuadro de lujo, incluso, con Aldo de Nigris que no estaba al cien por ciento de condiciones, Vucetich mandó a su equipo a buscar el triunfo para no complicarse las cosas, a sabiendas de la peligrosidad de la delantera universitaria. Tigres ejerció dominio sobre su rival en los primeros minutos, no obstante que el técnico rayado mandó al campo de juego a lo mejor que tenía.

De esta manera, en el minuto 7, Monterrey dio el primer aviso por conducto del Chutepe Suazo, que sacó un derechazo que pasó cerca de la cabaña de Tigres. Sin embargo, Tigres había salido dispuesto a buscar el gol que lo devolviera a la eliminatoria y en el minuto 12, Danilinho controló dentro del área y de zurda acomodó el balón en el ángulo superior derecho del portero rayado.

Momentos después la lluvia asoló el encuentro, pero los dos conjuntos no bajaron el ritmo y en el minuto 18, Lucas Lobos dejó ir el 2-0 para su equipo, tras pelear el esférico en todo momento y si el argentino-mexicano la cruza, la mete.

Asimismo, en el minuto 28 Damián Álvarez recortó a un par de rivales y se metió al área para mandar disparo que pegó en el cuerpo de Basanta, diluyéndose así la ocasión de gol.

Tigres siguió encimando a su rival, pero en el 34 llegó una jugada desafortunada del zaguero Jiménez, quien en un intento por despejar un balón aparentemente tranquilo, rebanó la pelota y terminó metiéndola en su arco. Autogol de los felinos que puso las cosas 1-1 en 'El Volcán'.

Poco antes de irse los cuadros al descanso, Tito Villa recibió una pelota en el área y disparó de media vuelta al cuerpo de Ibarra, quien atajó bien.

Los auriazules se fueron al medio tiempo moralmente derrotados y poco antes del pitazo del árbitro, Darvin Chavez salió lastimado, lo cual forzó a su timonel a realizar un cambio que no tenía previsto.

LOS FELINOS NO PUDIERON
En el segundo tiempo, Tigres se sentía con la obligación de atacar y buscar dos goles para poder pasar a la siguiente fase. Y así lo intebntó, volcándose encima de su odiado adversario con jugadas a velocidad.

De este modo, en el minuto 48 Daniliho estuvo muy cerca del añorado segundo gol, al reventar el travesaño con potente derechazo, pero tres minutos después respondía Monterrey cuando Mier estrelló su riflazo en la portería defendida por Enrique Palos.

En tanto, el Chelito Delgado también dejaba ir una valiosa oportunidad en el minuto 60, pero su disparo fue bien atajado por el cancerbero felino, mientras que en el 76 un remate de García pasó rozando la cabaña rayada.

El encuentro estaba "calientito" y Tigres seguía insistiendo, pero en el minuto 78 llegó una desafortunada jugada de Danilinho, uno de los hombres que hasta ese momento estaba causando estragos en la defensiva de Monterrey. Y es que ante el acoso de un defensor, el brasileño se tiró un clavado tratando de engañar al árbitro, quien le mostró la segunda amarilla para mandarlo a las regaderas y dejar a su equipo en inferioridad numérica, justo cuando más lo necesitaba.

Todo parecía haberse acabado para Tigres, que hacia el final del encuentro ya solamente dio patadas de ahogado y su contrincante manejó el marcador a su favor hasta que el juez central decretó la finalización del encuentro.

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