La tarde, en Cancún, el conjunto azulgrana prácticamente vio esfumarse cualquier posibilidad de clasificar, al caer derrotado 3-2 ante el León, uno de los equipos sensación del Torneo Apertura 2012.
Los azulgrana siempre remaron contra la corriente frente a un rival que empezó a construir la victoria desde el primer minuto con gol de Sebastián Maz, quien al 30 marcó el segundo. Maidana acortó al 53' y Carlos Peña marcó al 55'. Ya al final, Esteban Paredes puso el definitivo 2-3.
Con el triunfo, los Panzas Verdes se colocan en el subliderato general (30 puntos), con muchas posibilidades de encontrar en la ultima jornada un boleto a la Copa Libertadores.
DESDE EL 1', CONTRA LA PARED
Esperanzados en dar su mejor actuación, dada su posibilidad de claificar al iniciar el partido, el Atlante saltó a la cancha del estadio Andrés Quintana Roo con la intención de buscar un gol tempranero; pero ni tiempo tuvo, ya que el León prácticamente salió al campo con un gol de vestidor.
Sí, al minuto 1 el León puso contra la pared a los Potros, ya que Sebastián Maz marcó el 1-0, tras un buen servicio de Edwin Hernández. Hasta los Panzas Verdes se sorprendieron por regalito de la zaga local, cuya máxima: 'concentración máxima desde el primer minuto hasta el último' no pusieron en práctica. Malo por ellos, pues en el área técnica el argentino Ricardo La Volpe se rasgaba las vestiduras de coraje.
Pero la realidad ahí estaba. Por el marcador en contra no debían dejarse caer los azulgrana, pues esto apenas comenzaba. El equipo local empezó a dominar el juego, a tener la posesión del balón y a entenderse en el engranaje ofensivo Osvaldo Martínez, Maidana y Sonny Guadarrama. De ellos, sobre todo, surgen las mejores llegadas del Atlante, aunque por ahí el Kikín Fonseca y el propio Esteban Paredes se les unían, pero no había profundidad.
En cambio, el León estaba bien parado, listo para una descolgada que inició y redondeó con un segundo al minuto 30 de Maz, a quien sólo le bastó empujar el balón a la meta defendida por Jorge Villalpando.
El resultado parcial lo decía todo: el Atlante hacía el gasto, pero dos errores puntuales les tenían con un 2-0 en contra.
El equipo de La Volpe volvió a la cancha con otra idea, con renovadas ilusiones y un cambio, tendiente a mejorar ofensivamente. Guadarrama dejó el cuadro para darle cabida al preolímpico Jerónimo Amione.
Acercarse en el marcador era el plan inmediato. Paredes empezó a destacar como el hombre más incisivo en el ataque de los Potros.
Un tiro de esquina que Christian Martínez sacó apuradamente de su área fue el primer aviso y en el segundo la pelota ya estaba dentro de las redes, tras un remate de Maidana al minuto al 53'; Paredes le centró y Maidana no desaprovechó la oportunidad de poner el 1-2.
Sin embargo, los azulgrana volvieron a equivocarse. Tal vez todavía festejaban su gol, cuando el León ya marcaba el 1-3 al 55', por conducto de Carlos peña. El Gullit se agregó al ataque y tras recibir el pase de Maz no perdonó. Otro coraje tuvo que tragarse La Volpe, a quien mucho le había costado reordenar a su equipo para que de buenas a primeras fuera sorprendido una vez más. No tardó mucho tiempo el argentino en hacer otro cambio; salió el Kikín Fonseca y en su lugar ingresó Arturo Muñoz.
Osvaldo, Maidana y Guagua participan en un par de arribos del conjunto local, pero en la segunda ocasión el zaguero falló en el remate que parecía el gol. Luego se unió a la causa Israel Martínez, tras la salida de Vera. El Jagger comenzó a mover la banda izquierda y a abrir la cancha.
Luego Maidana se escapó, pero en lugar de rematar prefirió centrar y la oportunidad de acortar el marcador ser escapó.
El Atlante amenazó con tiros de esquina, con tiros indirecto, pero no logró crear una buena ocasión para anotar. Sin mucha claridad en sus arribos; le faltó más fuerza a su ataque. Un centro de Maidana es desaprovechado por Amione y Paredes. Finalmente, la insistencia tuvo premio. Amione le compartió el esférico a Paredes con un centro y el chileno mandó a las redes de primera intención.
Ya era tarde, pero el 2-3 se escribía, cuando el silbatazo final estaba cada vez más cerca.
La derrota fue inevitable, como inevitable la expulsión de Amione, quien por reclamar se ganó la segunda amarilla, en un momento en que el Atlante lo que más necesita es estar completo.
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