Ante el peor rival del grupo, México saca el mejor resultado. En tiempos de guerra, consigue paz en su entorno con la victoria de 2-0 sobre Canadá.
La victoria lo acerca a los Cuartos de Final de la Copa Oro. Sólo un desastre ante Martinica y una heroicidad de Canadá ante Panamá lo dejarían fuera, o una extraña combinación de resultados en los otros dos grupos.
Lo improbable lo clasifica, lo imposible, lo amenaza. Queda claro.
México consigue los goles a través de Raúl Alonso Jiménez y de Marco Fabián, éste tras tirar un anzuelo de farsa, que el árbitro salvadoreño Joel Aguilar mordió de manera inocente... ¿o sospechosa?
Por eso, quede claro: la victoria sobre Canadá, y el trámite mismo, no es diagnóstico de salud total, apenas de un espasmo de intento de recuperación, en el cual colaboraron los olvidados, desde un Miguel Layún, hasta un Luis Montes y el Topo Valenzuela, y pasando por la reacción de Jiménez.
GUERRA POR LA PAZ...
Habría parecido el restablecimiento de México. Toque rápido, llegada expedita al área canadiense, posición de disparo, balón al área en diagonal retrasada. Eso habría parecido, de no ser porque Canadá le concedió todas esas licencias.
Canadá le entregó a México la tutoría del balón, pero no la protestad del control del juego.
Pero, entre las arremetidas vehementes del Tri y la respuesta vertiginosa en el contragolpe en coro de los canadienses, el encuentro fue generando emociones, con la participación fehaciente de los arqueros Borjan y Orozco para mantener el 0-0 entre la inquietud de una generosa afición mexicana (28,354 con boleto pagado).
En ese confrontación directa de recursos distintos, el primero en romper el lúgubre 0-0, fue México. Minuto 42. Gran atajada de Borjan que envía a tiro de esquina. El cobro encuentra en el primer poste al Chatón Enríquez, quien prolonga al área. Ahí, olvidado, con cadenas sueltas, se lanza en rústico vuelo de paloma el águila Raúl Jiménez para encender una veladora: 1-0.
De esa manera, el Tri cierra dominante el primer tiempo, ante una Canadá exigida por las circunstancias al borde de la eliminación tras perder su primer partido ante Martinica. Los arribos persisten, pero México encuentra en barridas desesperadas y casi heroicas de los canadienses el exterminio de sus intenciones.
El 1-0 le abona tranquilidad a México, un sentimiento de paz en medio de tantas tormentas en Concacaf y en la Confederaciones.
¿A CUARTOS...?
El complemento arranca accidentado. Chatón Enríquez se lesiona y el Chepo resuelve con Alejandro Castro sin arriesgar entre la desesperación de Canadá.
Pero enseguida, a los 57', México encuentra la ventaja de manera ominosa. Joel Aguilar Chicas canjea obscenamente por penalti un clavado de Marco Fabián, quien deja el pie para que lo enganche en acto reflejo el defensor canadiense.
¿Astucia, argucia o atentado contra el Fair Play? El mismo Fabián cobra fuerte y raso. 2-0.
El resto del encuentro fue un debate áspero, que el Chepo de la Torre intentó equilibrar con el ingreso de Miguel Ponce por Rafael Márquez Lugo y posteriormente con Chuletita Orozco por Marco Fabián.
Los momentos más deplorables del juego se vinieron en el cierre del encuentro: un México conformista y un Canadá desesperado y desordenado, pero impulsivo, maniataban el 2-0 en los estertores del juego, cuando incluso De Jogn estrella un balón en el travesaño en el momento de mayor zozobra para el Tri.
México viaja el viernes a Denver donde el domingo se medirá ante Martinica, mientras que la jornada del grupo la complementan Panamá y Canadá.
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