jueves, 29 de diciembre de 2011

Sueños y realidades para las Chivas en 2012

No es la primera vez que Chivas se encuentra frente a la exigencia de su excéntrico y polémico propietario y presidente Jorge Vergara. El empresario le encomendado al grupo que encabeza el técnico Fernando Quirarte que lleve a sus vitrinas los trofeos del Torneo de Clausura 2012 y la Copa Libertadores de América.

¿Pero qué tan factible es concretar dicha hazaña? Sobre todo, tomando en cuenta que el Guadalajara no contrató refuerzos para alternarlos con un equipo formado en su mayoría por jóvenes, y que en febrero algunos de sus jugadores serán elegidos para integrar a la Selección Preolímpica que buscará su boleto a Londres. Entre los jugadores que posiblemente llamará Luis Fernando Tena están Jorge Enríquez, Miguel Ponce, Marco Fabián, Erick Torres, y Kristian Álvarez.

Y es que cuando decidió apostar por dicha vía, la experiencia no fue nada grata. En 2009, el entonces técnico Efraín Flores le solicitó a Vergara fichar a gente probaba en el futbol mexicano para dar batalla en ambas competencias, y le cumplió el deseo al traer a gente como Jared Borgetti, Carlos Ochoa, Sergio Amaury Ponce, Aarón Galindo, y Francisco Mendoza. El resultado fue desastroso, ya que fue la campaña en que Vergara dio golpe de timón en tres ocasiones al despedir a Efraín Flores, Omar Arellano Nuño, y dejar temporalmente a Francisco Ramírez.

Pero antes de esa participación, Chivas tuvo otras en las cuales le fue complicado darse abasto para cumplir con dignidad.

Vuelta al pasado

En 1998, el Guadalajara, junto con el América fueron los dos primeros equipos que Conmebol invitó a participar en la justa que antes estaba limitada exclusivamente a los clubes sudamericanos.

Era el año del Mundial de Francia, por lo tanto, Chivas era un importante aportador de jugadores al Tricolor que dirigía Manuel Lapuente. Claudio Suárez, Joel Sánchez, Ramón Ramírez, Jesús Arellano, y Paulo César Chávez, eran los elementos que más convocaba el técnico.

Con ese dilema, Ricardo Ferreti (actual técnico de Tigres) tenía que administrar a un equipo que por vez primera ingresaba a la Libertadores. En el torneo local, Chivas no clasificó, y en la Libertadores tampoco pudo avanzar a la siguiente fase. En aquella época, el primer equipo de Chivas era rentado por la Promotora Deportiva Guadalajara, del empresario Salvador Martínez Garza, pero se mostró comprensivo ante el descalabro en ambos compromisos.

Pasaron siete años para que el Guadalajara volviera a instalarse en el prestigiado torneo. Para entonces, Vergara ya había asumido el mando del Club Guadalajara y la consigna para el timonel Benjamín Galindo fue la misma: conquistar los dos torneos. Aquel 2005 fue el año de la Copa Confederaciones de Alemania, y Ricardo La Volpe llamó a Oswaldo Sánchez, Carlos Salcido, Francisco Rodríguez, Ramón Morales, y Omar Bravo, quien finalmente se lesionó y no pudo estar ni con Chivas ni en el Tricolor.

Al llegar Chivas a cuartos de final ante Boca Juniors nadie esperaba que venciera al coloso sudamericano y mucho menos por un marcador de escándalo de 4-0.

Al quedarse sin Oswaldo, Galindo solicitó como refuerzo a Jesús Corona, ya que consideró que su suplente (Luis Michel) estaba muy novato, y Alfredo Talavera estaba lesionado.

Para las semifinales ante el Atlético Paranaense, pesó la ausencia de los seleccionados y cayó por 3-0 en territorio brasileño. Para la vuelta ya estaban los cuatro seleccionados, pero ya no lograron remontar. Chivas fue reforzado por un delantero novato llamado Oribe Peralta, que poco pudo influir en el equipo.

Pero mientras su actuación fue brillante en la Libertadores, en el Clausura 2005 no clasificó a la Liguilla.

MexsportEl dueño quiere todo este 2012

Un año después, para 2006, Chivas volvió a la carga para alcanzar por segunda vez consecutiva la fase semifinal que perdió con el Sao Paulo. Contrario a lo sucedido en 2005, ahora dirigidos por José Manuel de la Torre (ahora técnico de la Selección Nacional), en la Liga local se quedaron a un paso de lograr una hazaña de dimensiones apoteósicas, ya que para entonces ya no contaban con seleccionados nacionales, y con un equipo muy joven clasificaron a semifinales, de las cuales quedaron eliminados en el último segundo cuando Aquivaldo Mosquera, del Pachuca anotó el gol del triunfo.

Para 2008, Chivas tuvo su segunda peor participación en Libertadores al quedar eliminado en la primera ronda de grupos, mientras que en el torneo local tenía un brillante desempeño al ser súper líder, pero que de nada sirvió al caer en la Liguilla ante el Monterrey.

La edición de la Libertadores 2009 será recordada por siempre debido al último partido de la fase regular en el que Chivas se disputaba el boleto a los octavos de final ante el Everton de Chile. El partido se encontraba igualado 1-1, marcador que era más que suficiente para el Rebaño, pero no para el conjunto chileno. Con la tensión al tope, los andinos buscaban provocar a los jugadores del Rebaño a través de burlas constantes referentes a la epidemia de influenza que había en México en aquel entonces. Harto de tanta hostilidad, Héctor Reynoso reaccionó con furia y simuló toserle a Penco, quien lo había llamado "puerco" al considerarlo trasmisor del virus.

Chivas clasificó, y enfrentaría al Sao Paulo, pero la Conmebol no estaba de acuerdo en que los rivales sudamericanos viajaran a México, ya que pensaban que era exponerlos a contraer el virus de la influenza. La medida que se tomó fue aplazar la clasificación de Chivas y San Luis hasta el 2010 de manera automática a los octavos de final.

Llegó esa fecha, también época del Mundial de Sudáfrica, por lo cual el Guadalajara ya no contó con sus cinco seleccionados (Luis Michel, Jonny Magallón, Alberto Medina, Adolfo Bautista, y Javier Hernández).

Fue el torneo en que el Rebaño ganó ocho partidos de manera consecutiva por lo cual obtuvo su pase a la Liguilla mucho antes de finalizar la fase regular, pero la Liguilla se empalmó con los octavos de final de la Libertadores, y con un equipo juvenil no fue posible vencer al Morelia. Sin embargo, en la justa internacional alcanzó su pináculo al inscribirse en la final, la cual perdió contra el Internacional de Porto Alegre.

En seis participaciones, las intenciones han sido las mismas: avanzar hasta donde tope, pero llega el momento en que los esfuerzos son copados y hay que decidir cuál es la prioridad.

Fernando Quirarte, al igual que sus antecesores en el Rebaño se percatará de que los caminos se cerrarán y sólo habrá uno que elegir. La Liga o la Libertadores.

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