Para la afición poco significó que Chivas se jugara la clasificación este domingo en su propia casa. Más indiferente le era que Atlante peleara por su permanencia en la Primera División.
Si quince días atrás, el estadio Omnilife lucía casi abarrotado por el Clásico ante el América, esta tarde fue lo opuesto a la fiesta que se vivió.
Ambos equipos se contagiaron por ese estado ánimo y en el encuentro hubo destellos para emocionar a un público desconsolado por la campaña irregular del Rebaño y la profunda crisis por la que atraviesa el Atlante.
Ya lo había dicho el portero Luis Michel el jueves pasado: de los 12 puntos en disputa en los últimos cuatro partidos de la fase regular del Torneo de Clausura 2013, están obligados a ganar todos, sin dejar uno sólo, ya que el desperdiciar más oportunidades era dejar escapar la clasificación.
Por ello, la derrota dolorosa de 1-2 deja en estado de coma al Rebaño, pero también lleno de confusiones con un Benjamín Galindo que no termina por encontrar a la alineación ideal en los ensayos previos a los partidos ni durante el trámite.
Para lograrlo, el técnico decidió hacer ajustes extremos. El Maestro apostó por gente como Abel Fuentes, Abraham Coronado, Adrián Cortés, y Carlos Fierro.
Pero más allá de mostrarse agresivo e intenso, el Guadalajara fue cauteloso, precavido, pero pese a todo, a las imprecisiones de los primeros minutos, los tapatíos fueron capaces de adelantarse en el marcador.
Luego de 26 minutos de un duelo trabado, con ritmo cortado, y con tiros desviados que despertaban alguna esperanza, Carlos Fierro logró provocar una jugada inquietante por la zona izquierda.
Ingresó al área amenazante, tanto que Carlos Calvo no tuvo más remedio que empujarlo para que Marco Rodríguez no dudara un instante para señalar el penalti.
El ejecutor fue Rafael Márquez Lugo, quien cobró a la derecha de Villalpando, quien a su vez se venció a la izquierda.
El 1-0 suponía un incremento en los arribos de Chivas.
Pasó lo contrario, porque agregado a que Daniel Guzmán no esperó al segundo tiempo para modificar, relevó a Eugenio Arochi por Alberto García el hijo del Guamerú, alguna vez jugador de Chivas. El ingreso de García aportó velocidad para desconcertar a la joven defensa rojiblanca con Coronado, Kristian Álvarez, Fuentes, y Adrián Cortés.
Paulatinamente los Potros anunciaron su llegada, la mejor, fue un remate de cabeza al travesaño de Esteban Paredes, y un mano a mano del Kikin Fonseca que este perdió ante Michel.
Para la segunda parte, Chivas estuvo cerca de anotar el segundo, pero Miguel Sabah salió en su peor tarde, con una puntería desviada. El ex delantero de Cruz Azul y Monarcas no atinaba a la portería o le entregaba sus disparos suaves a Villalpando. Ante tanta ineficacia, Galindo optó sacarlo por Erick Torres. Nada provocó el Cubo.
Y si Chivas no reaccionaba sí el Atlante. Al '76, luego de algunos avisos, Luis Venegas doblegó a Michel con un contrarremate potente para firmar el 1-1.
Desesperado, Galindo hizo otro cambio, y fue por el Vaquero Morales, quien había entrado en el segundo lapso por Fierro. Sin embargo, no hubo resurrección, sino una caída mortal cuando Francisco Uscanga cerró una pinza al '83.
Con el resultado, el Rebaño despertó al Atlante para permanecer en Primera División, mientras que los rojiblancos se sepultaron en la búsqueda de clasificar a la Liguilla.
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