Chivas y Gallos Blancos llegaron al estadio Omnilife sin signos de vida. Pero fue el visitante el que exhibió síntomas de resurrección. Lo del Guadalajara fue la manifestación de una campaña de terror.
La actitud pasiva y fría de Miguel Ponce, Héctor Reynoso, y Kristian Álvarez ante el pundonor mostrado por Wilberto Cosme fue el reflejo de una temporada que comenzó incierta y termina de manera infame.
Cosme firmaba el 0-2 ante la incredulidad de los fanáticos en el inmueble del Rebaño.
Para el segundo tiempo, Chivas salió del vestidor abatido, con la mirada clavada en el césped, con la depresión por delante mientras que era bombardeado por los abucheos de su propia gente en el desolado estadio Omnilife.
Mientras, Gallos salía con la frente en alto, si no en la búsqueda del milagro, sí por lo menos con el deseo de obtener un resultado decoroso.
Tres horas antes de las 17:00 pm, Puebla había empatado con el Atlas, lo cual le otorgaba la salvación del descenso.
El Rebaño, sin haber jugado ya estaba eliminado por la victoria del Monterrey sobre Tigres. Ni ganando al Querétaro ni el siguiente a Tijuana le alcanzaría para acceder a la Liguilla porque sólo llegaría a 22, mientras que los Rayados suman 23 y son dueños del octavo lugar.
Como paradoja del sistema de competencia mexicano, Querétaro llega a 24 puntos superando, los que le bastan para meterse a la zona de clasificación superando al Monterrey, pero la cual le está negada por su condición de estar prácticamente descendido.
UN CIERRE DESASTROSO
Chivas comenzó titubeante, impreciso, con sus once jugadores desconcentrados. Enfrente tenía a un rival con el orgullo intacto. Desde el inicio, Querétaro tuvo mayor posesión del balón, Luis de Souza desbordaba con todas las concesiones por la derecha, centraba cuantas veces quería con mucho peligro en sus servicios.
Julio Nava, ex rojiblanco, gambeteaba, Jorge Chavarría tiraba desde fuera del área, y a pesar de la expulsión de Gonzalo Pineda no se notó que había una ventaja numérica de Chivas.
Con un Guadalajara descoordinado en sus líneas, Luis Pérez perdido en el medio campo sin conectarse ni atrás ni adelante, Gallos se acercaba al gol. Antes, al '35, en un error de Dionicio Escalante, Carlos Fierro puso una buena asistencia para Miguel Sabah, quien sorprendido alcanzó a conectar una media tijera que pasó cerca del poste derecho del Matute García.
Dos minutos después, al '37, la fragilidad del Rebaño salió a flote. De Souza volvió a centrar por la derecha, Cherokee interceptó pero con la mala fortuna de su lado, el balón en lugar de salir hacia fuera ingresó a su portería para el 0-1.
Para la segunda parte, Benjamín Galindo apostó por los jóvenes, primero arrojó a la cancha Ángel Zaldívar y Raúl López por los inéditos Jorge Enríquez y Carlos Fierro. Pocos minutos después, el técnico exhibió al Cherokee para darle entrada a Abraham Coronado.
Chivas demoró en reaccionar, y en ese lapso, Gallos se adelantó al '52. Ponce dejó pasar a Amaury Ponce, centró ante la mirada y marca complaciente de Reynoso y Kristian; y un asombrado Michel quien se quedó paralizado, Cosme agradeció y puso el 0-2.
Vino entonces la reacción bravía del Rebaño más por la herida en el orgullo que por una táctica.
Gallos se olvidó de propinarle una goleada humillante a Chivas, Ambriz decidió defender la victoria, y producto de tener la iniciativa, se generó una anotación espectacular de Abraham Coronado desde fuera del área al '67 para el 1-2.
El Guadalajara parecía acercarse, pero al transcurrir los minutos pese a que los jugadores no dejaban de correr, las llegadas de los tapatíos ya no tenían idea.
En la banca, Galindo, con las manos en la cintura, movía la cabeza, incrédulo ante lo que sucedía ante sus ojos por una campaña desastrosa.
Chivas se queda con 16 puntos, una productividad que repercutirá en su posición en la tabla porcentual, donde ya se ubica en el lugar 15
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