“Yo a nadie le he dado el lugar, para mí el único con lugar seguro es Rafael Márquez. Va a ser el capitán”, declaró el “Piojo” Herrera el lunes, en que el equipo hizo su primer entrenamiento del año y se encaminó a San Antonio, Texas, para jugar el miércoles un amistoso contra Corea del Sur. “Hay pocas oportunidades para mostrarse y estar en la lista final así que cada momento es importante”, dijo Márquez, quien busca ir al cuarto Mundial de su carrera. “Yo espero cuidarme bien estos meses que restan y mantenerme en nivel para ir a otro Mundial”.
Márquez, quien a mediados de febrero cumplirá 35 años, regresó a la selección a fines del 2013, luego de estar alejado más de un año, y ayudó a que México se clasificase derrotando a Nueva Zelanda en un repechaje.
Tras militar varios años en Barcelona, el zaguero pasó al Red Bulls de Nueva York y seguidamente al León mexicano. Dejó de ser tomado en cuenta en la selección, pero México apeló a su veteranía cuando se le complicaron las cosas en las eliminatorias y Márquez respondió.
El partido ante los sudcoreanos es el primero de seis encuentros de preparación que esperan sostener los mexicanos antes de su debut en la Copa del Mundo. Ya están arreglados los partidos con Nigeria y Ecuador y todavía faltan concretarse los demás rivales. Para el choque con los coreanos Herrera convocó a la base de jugadores con la que venció a Nueva Zelanda.
Cinco jugadores de América y cuatro de León conforman esa base y seguramente estarán en acción en el encuentro.
“Trataremos que esa base sea la columna vertebral y que sea fortalecida y ver a algunos de estos muchachos”, indicó el “Piojo”.
Un posible titular sería el zaguero Diego Reyes, del Porto de Portugal, quien recibió permiso especial de su club para viajar al partido.
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