John van´t Schip y toda la legión holandesa dejaron Chivas desde el 2 de enero, y Benjamín Galindo no ha podido ser el héroe que enderece la nave rojiblanca. Este domingo empató 1-1 ante Cruz Azul, sigue sin ganar y comienza a rezagarse en los últimos lugares de la tabla general. El Maestro cada vez se da cuenta, que esta segunda parte como técnico del Rebaño es complicada, y debe trabajar más para recomponer el camino.
LAS ESTRELLAS AUSENTES
Marco Fabián sigue en Chivas. Al menos oficialmente. Pero en la cancha su mente está en otra parte. Las constantes versiones que lo colocan en equipos del futbol alemán parece que lo tienen distraído.
El medio volante del Rebaño muestra deseos por hacer alguna genialidad con el balón, pero llega impuntual a la cita y no conecta. Y en el mismo caso está Jorge el Chatón Enríquez, otro de los que tendría ofertas para salir al Viejo Continente.
Dos elementos que deben ser el vínculo entre defensa y ataque simplemente no están en su mejor momento emocional.
Benjamín Galindo sólo tuvo paciencia con Fabián en el primer tiempo, pero con el Chatón decidió relevarlo al percatarse que todo el balón que llegaba a sus pies no lo podía retener. Por ello, al minuto 34, el técnico rojiblanco decidió sacarlo para poner en su lugar a Patricio Araujo, quien estaba olvidado desde que Galindo asumió como técnico del Rebaño en sustitución de John van´t Schip.
El movimiento del Maestro fue un aviso para todos. Chivas ya perdía por 1-0 en un error de marcación de Fabián con Javier Aquino, quien a su vez cedió para Gerardo Flores por la derecha. El ex rojinegro envió el servicio y por la izquierda cerró con un certero remate de cabeza para dejar fuera de combate a Luis Michel.
El marcador era consecuencia de lo que Chivas había dejado de hacer durante 30 minutos. A las imprecisiones de Fabián y Chatón se sumaban también los titubeos de Luis Pérez, otro de los talentosos creativos, al que por lucha y pundonor no se le puede reprochar, pero sigue sin aparecer el toque de aquel jugador que brilló con el Monterrey.
Así, con el ingreso de Araujo, todos reaccionaron, y sobre todo reaccionó con furia el delantero que había estado inactivo por lesión: Rafael Márquez Lugo.
El atacante se mostraba entregado en cada pelota que disputaba, y sabía que era el momento de reaparecer en el marcador.
Luis Pérez le puso un servicio inmejorable a Márquez por la derecha dentro del área. El atacante recibió de espaldas al marco, y recurrió al camino más complicado pero más espectacular para obsequiarles al '39 un pedazo de gol a sus seguidores. Una media tijera que entró por el rincón izquierdo de Jesús Corona. 1-1, un empate que despertó del letargo a los más de 36 mil 759 aficionados en el estadio Omnilife.
El momento anímico era de Chivas, y en el cierre del primer lapso, Fabián tuvo la oportunidad de escribir la segunda anotación y aprovechar el desconcierto que sufrió su rival con la salida de Javier Orozco por lesión.
Todo indicaba que la inercia del impulso psicológico que había tomado Chivas con el empate lo prolongaría en la segunda parte. Pero una vez más desaparecieron Luis Pérez y Fabián desaparecieron, y ni siquiera la entrada del dinámico Luis Morales pudo darle al equipo rojiblanco el revulsivo que buscaba Galindo.
Al frente, Márquez Lugo era un fantasma que se paseaba por el área de Corona, quien ni se intimidaba ante su presencia. Cruz Azul por su parte, mostraba destellos por romper el empate, y el ingreso de sus refuerzos Teófilo Gutiérrez y Nicolás Bertolo imprimieron más fuerza al frente.
Pero fue Mariano Pavone el que más cerca estuvo de doblegar a Michel. Sin embargo, cuando la Máquina tenía más acorralado a Chivas perdió el control.
Primero se hizo expulsar Gerardo Flores, y después Bertolo por fingir una falta, pero ya tenía tarjeta amarilla, y en cuestión de minutos debieron resistir la embestida rojiblanca.
Nada sucedió, el empate se mantuvo intacto, y el Rebaño enfrenta de visita al Morelia en otra misión complicada.
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