La tribuna del Olímpico Universitario no desmereció, pero en la cancha el futbol fue a cuenta goles, magro. Fue un clásico flojo, desangelado, pese a que el griterío de la tribuna le dio un poquito de color.
Lo cierto es que las Águilas ya están en la fiesta grande del Torneo Apertura 2012 y Pumas sigue en zona de calificación, oportunidad que mantendrá siempre y cuando gane sus dos partidos del torneo regular; hasta con un empate correría el riesgo de quedar eliminado.
CADA CUAL CON SUS ARMAS
El clásico capitalino arrancó caliente, como el entorno. El "¡fuera Carrillo, fuera Carrillo..!" no faltó desde las gradas, lo mismo que las expresiones de sorpresa al confirmarse el inicio de Odín Patiño en la portería puma, por Alejandro "Pikolín" Palacios. Esa fue la novedad en la alineación del equipo anfitrión, pues ya no es nuevo que el delantero argentino Emanuel Villa no sea convocado a un juego.
Pumas saltó a la cancha con un cuadro ofensivo, con prácticamente tres atacantes: Eduardo Herrera, Alfonso Nieto y Martín Bravo. Las Águilas tuvieron adelante a Cristian Benítez y a Raúl Jiménez, pero con una línea de cinco al fondo, con Paúl Aguilar por la derecha con franca salida.
Sin embargo, fueron los universitarios quienes adelantaron líneas, y Bravo el primero que se paró frente a Moisés Muñoz al minuto 10 y sacó un remate potente cerca del poste derecho. Luego ya fue muy complicado para Pumas entrar al área; iniciaba una jugada y no la terminaba, por lo bien parado que estaba el América, haciendo una férrea marcación.
Prevalecía una intensa lucha en la media cancha. El juego estaba apretado, lo cual daba pie a las imprecisiones, al nerviosismo en el que cayeron los locales, cuando a Odín un compañero le regresó el balón y el guardameta en lugar de tomarlo con los pies o despejarlo lo agarró con las manos. La oportunidad era para las Águilas, pues se les presentaba un tiro indirecto en los linderos del área grande por el error de Patiño, pero el disparo de Benítez, al toque del "Rolfi" Montenegro se fue afuera.
Pero la fortuna estaba del lado americanista. Al minuto 26, Paúl Aguilar mandó un servicio largo que prolongó con la cabeza Jiménez; la pelota le llegó al "Rolfi", quien luego de dar un paso adelante sacó un disparo e media distancia que agarró mal parado a Odín y la pelota entró muy cerca de un ángulo. El portero universitario tuvo una tardía reacción, pues nunca esperaba esa clase de remate.
Pumas no bajó los brazos. El apoyo de su público, que hizo una magnífica entrada en el estadio no se lo permitía. En los últimos 15 minutos cobró varios tiros de esquina, prueba de que insistía en su búsqueda de emparejar el marcador, y un remate del defensa Luis Fuentes al 36' estuvo a un tris de conseguirlo.
Pero el marcador no se movió y los equipos se fueron al descanso. No hubo cambios en la vuelta al campo, pero sí en los primeros minutos. América con la ventaja sacó a Jiménez por un volante: "Chema" Cárdenas, por lo que Benítez quedó como el único delantero, con el apoyo llegando de atrás del "Rolfi" y el "Negro" Medina. El chiste era mantener el triunfo parcial hasta el final.
En cambio, Pumas hizo una modificación incongruente. Estaba en desventaja y Mario Carrillo sacó a Nieto y metió a la cancha al volante Fernando Espinoza, a quien colocó por la derecha, para mandar a Javier Cortés por el centro, detrás de los delanteros, cuando sus mejores momentos ofensivos los tiene por la banda, llegando de atrás.
Y el "¡fuera Carrillo, fuera Carrillo...!" no se hizo esperar. Pumas tampoco funcionaba así; eran tres mucho amontonadero de gente adelante, más Cortés ahí pegado. No obstante, el equipo mantenía la posesión del balón, pero el dominio táctico seguía siendo del conjunto que dirige Miguel "Piojo" Herrera; las Águilas no arriesgaban y jugaban con la necesidad del contrario.
Las ocasiones de gol eran escasas, no así el pundonor universitario que iniciaba una jugada ofensiva, pero no la terminaba.
Y mientras que Jaime Lozano esperaba su oportunidad en la banca como una buena opción al frente, Carrillo determinó debutar al delantero Alan Sánchez (70'), quien pasó sin pena ni gloria. La realidad es que el planteamiento universitario no fue el adecuado. Luego ingresó David Izazola y el funcionamiento colectivo no varió. En contraparte, las Águilas manejaron el partido a su conveniencia, agotando también sus cambios, pero con el marcador a favor que se mantuvo hasta el final.
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