La pizarra táctica sabe de estilos y conoce de gustos. Nadie más sistemático que Ricardo La Volpe. Nadie tan disciplinado como Ricardo Ferreti. Par de bigotones tan parecidos en carácter y tan dispares para plantear los partidos...
La Volpe prefiere desamarrarle las agujetas a su equipo y deslizar la pelota libre y pegadita a la hierba. Con Atlante confirma sus dotes tácticas y hace mucho con poco. Le quita el balón a Tigres en su propia casa y defiende con ella....
Los Potros son solidarios. Van y vienen en bloque. Y de paso neutralizan al cuadro amarillo. Como ponerle leche al cereal se desenvuelven desactivando el entorno del Estadio Universitario y comandan la partida ante unos desorbitados felinos.
El Tuca es cinta negra en arrugar la frente y en manotear. Si no le gusta te exhibe. Y si sus futbolistas no accionan su replegada táctica él es exhibido. Y entonces Tigres hace poco con mucho...
Los universitarios de pronto sienten que gana los tramites de partido uno a cero sin jugarlos. Se ampara en la condición de claro favorito por estar en su casa y con su gente. Y nada. De pronto se dan cuenta que son comparsa y no protagonistas, porque lo han despojado del esférico.
El equipo chico prefiere unirse en bloques sin que esto redunde en replegarse. Los Potros son filosos con el balón. Y han entendido a través de los minutos que proponer de visitante también es completamente legal.
Entonces hay que consolidar ese convencimiento atrevido. Y tirársela larga al goleador del equipo para que vea avenidas en donde otros solo ven pasillos diminutos. Y así Esteban Paredes desborda por izquierda y cruza la pelota a segundo poste para helar al Volcán...
Como el novio que ve a la ex novia con otro, Tigres se apresura y se revoluciona. Se ofusca. Y se abalanza casi desesperado. Mitad convencido. Mitad obligado. Y es de esa forma en la que se encuentra un penalti que le dibuja una tenue sonrisa a Ferreti...
Tiro desde los once pasos. Y como Lucas Lobos no se había puesto a jugar, se puso a cobrar. Y luego a festejar. Uno a uno...
Los que corean el efervescente "Tigres" en la tribuna son los mismos que habían visto cómo a Villalpando se le habían calentado los guantes al arquero Villalpando. Los mismos que por momentos no veían respuesta de su equipo....
Por cosas del destino Atlante se va con el sentimiento de haber sido despojado de sus feudos con un agónico y certero cabezazo de Hugo Ayala...
Nunca nadie dijo que el futbol fuera justo. El Tuca sonríe. Y La Volpe sólo se soba el bigote, como queriéndoselo arrancar del coraje.
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