lunes, 23 de julio de 2012

Cruz Azul 0 - 0 Morelia

Los cementeros del Cruz Azul no pudieron abrir la cerrada defensa michoacana y terminaron otorgándole el empate sin goles a Monarcas Morelia en su cancha del Estadio Azul, que registró una entrada final de 26 mil 800 espectadores, según el reporte oficial.

Reapareció en el primer cotejo de la Liga MX el capitán celeste, Gerardo Torrado, y de entrada, se notó una ausencia esperada en el cuadro inicial, la del Chaco Giménez, otro que fuera intervenido quirúrgicamente y quien tendrá que ir adquiriendo ritmo de a poquito.

Los michoacanos salieron a especular, contrario a lo que se esperaba del equipo de Rubén Omar y más se reservó de lanzarse abiertamente al frente cuando se le lastimó su motor, Joao Rojas, quien apenas en el minuto 7 de juego tuvo que dejar el partido por esta causa.

Morelia comenzó jugando nominalmente con tres delanteros, pero Cruz Azul fue más propositivo, tratando de buscarse los espacios con Pavone en punta y de hecho, prácticamente todas las pelotas buscaban al argentino.

En este primer tiempo, la Máquina Celeste estaba intentando todo por sector derecho, aprovechando la velocidad de Barrera, aunque el partido fue cayendo en una rispidez que por momentos frenó mucho el esférico.

Y tanto prevaleció el juego rudo, que Carlitos Morales tuvo que ser atendido en el centro del campo.

Luego en el 31' y 32', primero Barrera y luego Pavone, dejarían ir la oportunidad de abrir el marcador en el coso cementero, mientras en el 37, un tira-tira en el aire y otra vez los cruzazulinos dejan escapar la oportunidad de ponerse adelante, primeramente con una especie de tijera de Perea y tras el rechace de la zaga, en una media vuelta de Bravo. En el minuto 39', Israel Castro la toma por derecha y manda para Pavone, que dejó pasar para que viniera el riflazo de Vela, que pasó rasa por un ladito.

Minuto 43', arremetida de Monarcas donde escapaba Jefferson, quien dio para Sabah, que disparó por izquierda para que Alejandro Castro salvara casi en la línea de meta, pero el balón quedó muerto en el área y otra vez Sabah fue por la pelota para quedar franco ante Yosgart Gutiérrez, pero su tiro cruzado por abajo nuevamente, es alejado por Alejandro Castro.

Acto seguido, otra llegada de los cementeros, donde Vela se escapa por izquierda y "pica" Pavone, al que su compañero le pone la pelota para que el argentino rematara de pierna izquierda y el balón pasara abajito, junto al poste derecho".

LA MÁQUINA NO PODÍA
Para la parte complementaria ninguno de los dos cuadros hizo cambios, pero era evidente que si Cruz Azul pretendía abrir el ostión que le representaba la zaga michoacana, era urgente que Memo Vázquez los hiciera.

Morelia saltó al campo con un juego elaborado, pero sin la explosividad que lo caracteriza; con el 0-0 se daba por bien servido. En tanto, Cruz Azul estaba obligado a buscar el triunfo y siguió intentándolo todo; incluso, posteriormente en la entrada de Maranhao, intentó hacer daño también por la banda izquierda.

Llegó entonces un tiro libre directo por derecha, donde Pavone intentó controlar en el centro del área, pero el balón le quedaba a Bravo, que disparó mandando a las manos de Federico Vilar, en el 55'.

En el minuto 56, otra arremetida de Cruz Azul por el lado izquierdo y Pavone sacó disparo que Vilar despejó bien, pero el esférico le quedó a Maranhao, quien fue derribado en el área y el árbitro no marcaba nada.

Dos minutos más tarde incursionó al terreno de juego el Chaco Giménez, entre el clamor del público, pero tampoco Christian fue capaz de desestabilizar la defensiva canaria, si bien tuvo algunos disparos calientes a la portería del argentino Vilar.

De hecho, ni el acostumbrado cántico de "pongan hue... azules pongan hue", logró hacer más certeros a los cruzazulinos, que no mostraron una cara tan diferente a lo que venían enseñando bajo el mando de Enrique Meza, salvo que Memo Vázquez les cambió los insulsos pases laterales por la "garra".

Todavía en los momentos finales del encuentro, en una repetición de tiros fallidos, Chuletita, Castro y Chaco Giménez enviaban sus disparos por arriba del travesaño.

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