El punto lamentable es que el encono deportivo pasó al personal en las tribunas y en la cancha. La pretensión de la Liga MX en tener un código de conducta en las gradas y en el campo quedó roto. Casi al finalizar el partido en la portería norte hubo una fuerte bronca entre aficionados de León y Gallos, situación que se vio también en el campo de juego, donde Efraín Cortés estuvo a punto de liarse a golpes con elementos del cuadro visitante, pero no pasó a mayores. La idea de la Liga de que se dieran la mano en el centro del campo quedó para mejor ocasión.
León sacó las garras en su primer partido oficial en la Liga MX. Los Esmeraldas obtuvieron triunfo, no obstante que se quedaron con 10 hombres la mayoría del partido; sin embargo, Gallos de Querétaro fue incapaz siquiera de empatar el partido y más aún con la falla de Bueno, que hubiera dejado en el marcador lo que realmente pasó a lo largo de los 90 minutos, es decir equilibrado. También los queretanos culminaron el juego con 10 hombres, pues la impotencia de no poder igualar la pizarra provocó que Marco Antonio Jiménez viera la roja.
Desde la pretemporada, los Panzas Verdes dieron visos de un buen futbol al no caer en ninguno de sus partidos amistosos. Esta tarde mantuvieron ese nivel en los primeros 45 minutos donde fueron dueños del balón y del peligro en la portería del equipo local, mientras que Gallos hizo suya la parte complementario al aprovechar tener un hombre de más por la expulsión de Ignacio González, cuando estaba punto de acabar el primer capítulo.
El juego tuvo de todo. El árbitro Alfredo Peñaloza también fue protagonista con señalamientos erróneos y una polémica que sólo se despejará en la cabeza del defensa leonés, Jonny Magallón, quien en la línea de gol, con el brazo, impidió lo que hubiera sido el empate de los Gallos.
El juego apenas tuvo sus primeros respiros y León había cambiado los marcadores. Burbano capitalizó una falta que le cometieron en el área. Cobró en forma impecable el penalti, lo que le puso presión a sus rivales que se vieron impedidos de reaccionar y por el contrario, los Esmeraldas los obligaron a estar en su campo defendiendo sus peligrosos avances.
Gradualmente Gallos tomó el equlibrio de las acciones. Bueno, el hombre más peligroso, mostró su veneno en el área, pero sin mucha fortuna. Querétaro, con un hombre más en el cierre del choque, fue amo y señor del partido, pero sin claridad para alcanzar el empate.
La oportunidad más clara de hacerlo fue casi al finalizar el cotejo, luego de que Guestavino recibió una falta de Óscar Mascorro, pero que Carlos Bueno ejecutó, lesionado, a las manos del portero Melitón Hernández.
LA ATAJADA METIÓ OTRA VEZ AL LEÓN AL JUEGO
Edwin Hernández aprovechó la baja anímica del Querétaro para sentenciar el cotejo, en medio de incredulidad de los jugadores de Gallos que terminaron por llevar su frustración a los insultos hacia los rivales.
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