La selección mexicana de fútbol, bajo la orientación de Miguel Herrera, inició ayer el ciclo de entrenamientos con miras a la repesca contra Nueva Zelanda por un cupo a Brasil 2014 sin la presencia del delantero Lucas Lobos.
El atacante, argentino de nacimiento pero nacionalizado mexicano, adujo una situación personal para no sumarse al comienzo de los trabajos, según un comunicado de su equipo, el Tigres.
El Tri, que enfrentará a los neocelandeses en una serie de ida y vuelta entre el 13 y el 20 de noviembre, tendrá en Herrera a su cuarto seleccionador en el camino hacia Brasil, tras cumplir una mala campaña en la zona de la Concacaf.
Al caer en la repesca, los máximos directivos del fútbol mexicano decidieron que el América cediera a la mayoría de sus titulares y a su entrenador para intentar salvar el cupo al Mundial.
“Venimos a clasificar a México. Tenemos muy claro el objetivo, así que venimos a conseguirlo”, declaró a la prensa mexicana el defensa del León Rafael Márquez, después de la práctica en Ciudad de México.
Tras la serie con Nueva Zelanda, y sin importar el resultado, Herrera volverá al América para trabajar en las finales del torneo local, mientras los directivos deciden a principios de diciembre el futuro de la selección.
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