Normalmente, un compromiso contra una selección relativamente modesta como Panamá en su feudo del Estadio Azteca serían tres puntos garantizados para El Tri. Pero no corren tiempos normales para México, que ha perdido sus dos últimos encuentros, con un doloroso 2-0 ante Estados Unidos, y una dura derrota ante Honduras en México. La selección presente en 14 mundiales, ahora a las órdenes de Víctor Manuel Vucetich (su tercer seleccionador en estas eliminatorias), necesita una victoria para mantener vivas sus escasas esperanzas de obtener el último pasaporte directo o, en su defecto, un puesto en la repesca contra Nueva Zelanda.
Panamá, entrenado por Julio César Dely Valdés, no será ninguna perita en dulce, porque están empatados a 8 puntos con México, y los cantos de sirena derivados de poder alcanzar su primera clasificación a un Mundial ha elevado muchísimo su moral. Sus dos victorias sobre México en la Copa Oro de la Concacaf de este verano también ayudarán a la causa panameña.
El otro gran duelo de la región opone a Honduras contra Costa Rica. Los hondureños, terceros con tres puntos más que México y Panamá, pueden adjudicarse el tercer y último billete directo a Brasil en caso de sumar los tres puntos en casa frente a unos Ticos que, con la clasificación ya amarrada, podrían levantar el pie del acelerador.
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