Fue un cotejo que fue bien jugado por La Fiera, cuyo mayor mérito fue mantener el orden y tomar desprevenida a velocidad a la zaga cruzazulina.
Los cementeros llevaban ventaja de 2-1 luego del primer juego en el Estadio Azul, por lo que a sabiendas de esto, León necesitaba lanzarse a fondo y buscar a toda costa los goles para meterse a semifinales, así que con un vertiginoso primer tiempo buscó una anotación tempranera que consiguió en el minuto 9 por conducto de Britos, quien recibió un pase filtrado de Burbano para meter zurdazo potente que Corona no alcanzó a despejar.
La anotación originó que el Nou Camp "hirviera" y los esmeraldas, sabiéndose "apapachados" por su gente, se crecieran, no obstante que antes de esto el Chaco había intentado con dos disparos de media distancia.
Sin embargo, los esmeraldas estaban dominando todos los sectores de la cancha y llegaban con mucho peligro al área defendida por Jesús Corona, cuya defensa no pudo conseguir una comunicación adecuada a lo largo del partido, pero principalmente porque fue superada por una veloz y bien conectada ofensiva local.
Así las cosas, luego de un intento de gol a dos tiempos de Magallón dentro del área, que con estupendos reflejos el cancerbero celeste despejó bien, llegó el segundo gol del León, otra vez a cargo de Matías Britos. En un error de Luis Amaranto Perea, Burbano le quitó el balón y a toda velocidad se llevó a la defensa para ponerle el balón a su compañero, que definió en el centro del área para el segundo del partido.
El Chaco no andaba fino y Aquino no encontraba los espacios para inquietar por su banda derecha, mientras que la defensa estaba haciendo "agua" en el medio campo y esto lo estaba aprovechando bien el conjunto esmeralda, que a lo largo de los primeros 45 minutos exhibió en su campo un juego vertical y a velocidad, como ya decíamos.
Todavía en el 42', Britos dejó ir el tercero luego que el árbitro aplicara la ley de la ventaja en una falta sobre Maz, pero el uruguayo mandó el esférico totalmente desviado de la meta de Corona.
Este marcador estaba metiendo a semifinales a los del Bajío y los cruzazulinos requerían del empate para aspirar a clasificarse a las semifinales.
MEMO VÁZQUEZ HIZO LO QUE PUDO
Es así como la Máquina Celeste estaba obligada a buscar los goles, pero el técnico Guillermo Vázquez decidió mandar al mismo equipo a la cancha para el segundo tiempo.
El Chaco tuvo oportunidad de acortar la diferencia en una jugada de riñones de Aquino, que mandó pase a la llegada del argentino y éste la mandó a las tribunas.
Dos minutos después Aquino cayó en el área, pero el árbitro no marcó nada, y acto seguido el timonel cruzazulino sacrificó a Torrado, que ya estaba amonestado, para meter a un delantero, el Chuletita Orozco, debido a esa urgencia de goles de los visitantes.
En esta segunda parte, ya Cruz Azul tenía más posesión de balón y controlaba mejor el juego, fabricando más arribos al frente, mientras el León ya no tenía la misma energía y apelaba al contragolpe.
Sin embargo, el gol para la Máquina no llegaba y desesperado, su técnico seguía agotando sus cambios, metiendo atacantes por defensas, pero no contaba con que en el minuto 79 su equipo se quedaría con diez hombres al salir expulsado Mariano Pavone por doble amarilla.
Esto, sin ninguna duda predecía con mayor claridad la suerte de los cruzazulinos y a la postre el vaticinio se cumplió, cuando Delgado, que acaba de entrar a la cancha, les dio la puntilla al fulminar a Corona con riflazo de píerna derecha en el 87', que dejaba otra vez en la orilla al Cruz Azul.
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