lunes, 18 de febrero de 2013

Video Atlas 2 - 1 Monterrey


El estadio Jalisco ha vuelto a ser una fiesta. Las tribunas del recinto de la Calzada Independencia habían decaído desde la mudanza de Chivas al Omnilife, y las malas campañas del Atlas provocaban la desolación.

Pero en esta temporada, en la que requieren salvarse del descenso, los rojinegros han conectado de nuevo con esa afición tan sufrida.

Los triunfos son capaces de curar cualquier herida y reavivar los viejos romances. E inclusive aceptar en sus filas a quien no se quería ni en sueños.

El 2-1 sobre Monterrey es razón más que suficiente para celebrar. Llegan a 16 puntos que lo instalan en el tercer lugar general, y aparte se colocaron ya a diez unidades de ventaja de Gallos en la tabla porcentual, lo que lo ubica en el camino a su salvación.

La Barra 51 no sólo saca de sus gargantas con orgullo el grito de "¡Atlas!", sino también festeja y se rinde a los pies de Omar Bravo Tordecillas. Ese delantero al que dos aficionados amenazaron de muerte a través de dos pancartas el día de su presentación por su pasado con la camiseta de Chivas, hoy es el ídolo.

El mochiteco es autor de goles que definen partidos, pero como equipo Atlas también enloquece a sus seguidores que lo ven doblegado unos minutos, y después vibran con su reacción bravía.

La noche de este sábado, los rojinegros se presentaban como favoritos ante un Monterrey decadente desde el torneo anterior.

Pero los Rayados dirigidos por Víctor Manuel Vucetich cuentan con elementos con capacidad y el talento intacto.

Y esa creatividad es la que hizo posible que sorpresivamente los regios se adelantaran en el marcador.

Apenas transcurría el minuto 7 del primer tiempo cuando los Zorros se descuidaron en un tiro de esquina en su favor. Perdieron el balón que llegó a la media cancha donde Omar Arellano, ese ex chiva que siempre se ha caracterizado por la potencia de sus piernas y su gambeta, no dudó en irse al frente cuando se encontró con que solamente Lucas Ayala estaba cuidando, mientras que el resto se habían quedado en el área regia. La Pina avanzó mientras Lucas retrocedía, y cuando lo dejó atrás, el atacante encaró la salida del portero Miguel Pinto y le bombeó el esférico para depositarlo en las redes.

El golazo hizo estallar a los cinco mil aficionados norteños que viajaron desde Monterrey para apoyar a su equipo.

Veinte minutos después, los Rayados estuvieron cerca de escribir el 0-2. Ahora fue Guillermo Martín el que extravió el balón, Humberto Suazo agradeció el obsequio, e hizo lo mismo que Arellano, pero esta vez, esa fortuna que Leandro Cufré ha negado que está del lado rojinegro, se presentó y el esférico pegó en la base del poste izquierdo.

Después los Rayados no quisieron o no pudieron hacer más para aumentar su ventaja, porque ya no hubo más distracciones.

Atlas recuperó y se hizo dueño del juego con un Monterrey replegado. Así, al '36, Rodrigo Millar, envió servicio por la derecha, y el boliviano José Luis Chávez, quien había pasado inadvertido, apareció para cerrar y conectar un remate de cabeza para el empate de 1-1.

Para el segundo tiempo, los regios ya no ofrecían ningún argumento para dañar al Atlas, por lo cual era cuestión de tiempo para definir el encuentro.

Fue entonces cuando Omar Bravo volvió a hacer su acto de aparición al '54. El mochiteco aprovechó el servicio de Martín, y tomó el balón por la derecha para incrustarlo violentamente en las redes para el 2-1.

Vucetich mandó a la cancha a sus mejores armas con César Delgado y Neri Cardozo para hacerles compañía a Arellano y a Aldo de Nigris. De pronto hubo destellos, amenazas de empatar los cuales provocaron rabietas del Jefe Boy en la banca, porque a final de cuentas está en la esencia rojinegra generar nerviosismo y taquicardia hasta que concluya el partido. Atlas vive de nuevo un gran romance con su afición, una motivación excelente para visitar el siguiente sábado precisamente al Querétaro su rival en la batalla por la permanencia, mientras que Monterrey parece escribir el epílogo de una generación brillante bajo el mando de Víctor Manuel Vucetich, al que han apodado el Rey Midas
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario