Los estilos de ambos equipos se neutralizaron y las mejores oportunidades para marcar fueron para el Guadalajara por medio de sus juveniles Carlos Fierro y Giovanny Casillas, campeones mundiales sub-17 en el 2011.
En el partido se libró una lucha constante en el medio campo ya que los dos equipos buscaron controlar el balón para intentar sus ofensivas.
El Querétaro, necesitado de puntos, se mostró ordenado en la cancha y sumó su tercer empate en los últimos ocho partidos que cortó una racha de dos derrotas.
El Guadalajara, con mayor dinámica, mantuvo sus aspiraciones de meterse entre los ocho mejores equipos del torneo que juegan una liguilla final.
Con el empate, Guadalajara llegó a doce puntos y se instaló en el undécimo lugar del torneo, mientras que el Querétaro subió a seis puntos, los mismos de Estudiantes Tecos, aunque por su peor diferencia de goles son los últimos de la clasificación.
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